Durante tres semanas, Rocío Mansilla y Joaquina Stoppello entrenaron con la Selección Argentina U18 en la sede del CeNARD. En diálogo con Doble y Falta, las paranaenses hablaron sobre esta experiencia: la metodología de entrenamiento, sus mejorías, la adaptación al grupo, y sus expectativas para el futuro. "Siempre será un orgullo representar a nuestro país", destacaron.
Durante 21 días, las paranaenses Rocío Mansilla y Joaquina Stoppello tuvieron una de sus mejores experiencias en su vida deportiva hasta el momento. Es que ambas fueron citadas a los entrenamientos de la Selección Argentina U18 en la sede del CeNARD. Las chicas formaron parte del segundo grupo de la categoría y realizaron diferentes prácticas, en las que se enfocaron en la parte física, técnica y táctica.
"Fue una experiencia muy agradable y gratificante ya que siempre será un orgullo representar a nuestro país. Aprendí mucho juntos a los grandes entrenadores y profesionales que nos acompañaron", expresó Rocío. Mientras que Joaquina destacó: "Fue lo más lindo que he tenido en el deporte hasta ahora, estar con las mejores jugadoras del país en mi categoría con entrenadores de ese nivel y en el CeNARD fue un sueño hecho realidad.
En cuanto a los entrenamientos, las jugadoras del Atlético Echagüe Club explicaron cómo era el día a día. "Entrenábamos 3 estímulos por día, temprano a la mañana empezábamos con gimnasio después pasábamos a cancha, comíamos, descansábamos y por la tarde de nuevo cancha. El entrenamiento se basaba en hacer circuitos con distintas estaciones, entrenábamos destrezas individuales y luego hacíamos 3x3, hasta llegar a 5x5. Los primeros días fueron duros hasta que nos logramos acostumbrar al nivel que nos exigían", detallaron, en diálogo con Doble y Falta.
Al practicar con jugadoras de mejor nivel y realizar otro tipo de entrenamiento, las jóvenes reconocieron que mejoraron diferentes aspectos de su juego, especialmente en defensa. "Mejoré en la parte defensiva, aumenté mi intensidad y concentración. En cuanto a fuera de la cancha, adquirimos hábitos de jugadores de alto rendimiento, teniendo una rutina estricta en la cual le daba prioridad al descanso y a la buena alimentación", enumeró Mansilla. Por su lado, Stoppello comentó: "Me sirvió para mejorar la parte defensiva de mi juego y para medirme en ofensiva con jugadoras de alto nivel".
Luego, se refirieron a la adaptación al grupo. "Algunas de las chicas ya las conocía de la concentración anterior, las demás las conocí ahí pero me adapté rápidamente y todas nos hicimos muy amigas", declaró la base. También Rocío coincidió en este aspecto: "Al ser la segunda vez que fui convocada, la adaptación fue mas sencilla ya que conocía a una gran mayoría de las chicas, también tuve la oportunidad de conocer otras más y poder formar un grupo muy lindo dentro y fuera de la cancha".
Por último, hablaron de sus expectativas para lo que viene, ya que la Albiceleste tendrá un 2022 cargado, con diferentes torneos a disputar como el Sudamericano U18 (4 al 9 de abril, FIBA Américas del categoría (6 al 12 de junio), y el Mundial U17 (9 al 17 de agosto). "Es muy difícil no pensar en ello, me encantaría poder quedar, pero todas las chicas tienen un nivel muy alto y somos todas muy competitivas", dijo Joaquina. Y por su parte, Mansilla manifestó: "Por el momento espero poder volver a ser convocada para la próxima concentración, de manera contraria seguiré esforzándome para lograr mis objetivos personales".
Foto: Centro Entrenamiento Echagüe